lunes, 11 de febrero de 2013

Algunas consideraciones sobre el emprendimiento en Venezuela



Hace algunos días estuve conversando en un foro, que realizó la empresa Artes Gerenciales Consultores, sobre emprendimiento y su situación en Venezuela. En esa presentación mostramos los resultados del estudio que el Monitor Global de Emprendimiento, GEM por sus siglas en inglés, realizó para el año 2012, he aquí un pequeño resumen y algunas consideraciones sobre el tema que surgieron en este evento.

Para el año 2012 según el GEM Venezuela se ubicó en el puesto número 11 del ranking de emprendimiento mundial, bajando del séptimo lugar que ocupaba en el año 2009, un 76% de los venezolanos entrevistados para este estudio expresó su deseo de tener su propio negocio, sin embargo la tasa de éxito de los emprendimientos está cercana al 15%, un número bajo cuando existe tan alta tasa de propensión a emprender.

A pesar del deseo manifiesto de los venezolanos por tener su propia empresa, los datos de 2012 muestran una baja actividad emprendedora al compararla con la de los otros países de la región y con los datos que exhibía el país en la primera década del siglo XXI. Por ejemplo la tasa de negocios propios establecidos en Venezuela, con al menos dos años de operación, está en el orden del 1.6%, contrastando con el promedio suramericano  de 8.35%, la tasa de nuevos negocios propios fue del 2.6% y la TEA o la tasa de actividad emprendedora fue del 15,4%, este último indicador, que es el utilizado para construir el ranking mundial de emprendimiento, se ubicó en un promedio de 22.8% para Venezuela entre los años 2000 y 2010.

La disparidad entre las ganas de emprender de los venezolanos y los datos presentados tienen entre sus causas las siguientes:

En primer lugar lo dificultoso que resulta en Venezuela la constitución de una empresa debido a la gran cantidad de trámites administrativos que esto conlleva. En el último estudio presentado por el Banco Mundial sobre la facilidad de hacer negocios, el país ocupo el puesto 180 de entre 186, un emprendedor venezolano debe invertir en promedio 144 días y realizar 17 trámites administrativos para ver materializado su negocio, mientras que el promedio de la región es de 35 días y 9 trámites.

Un par de elementos importantes y que tal vez expliquen la alta tasa de fracasos de nuevos negocios son el desconocimiento, por parte de los emprendedores, de herramientas para gestionar su negocio y la motivación errada para emprender.

Los emprendedores por lo general son personas a las que se les ocurre una idea y la materializan, pero, no necesariamente saben como manejar las finanzas, el recurso humano, la legislación vigente o no conocen realmente el mercado en el que incursionaron y las condiciones para competir en este, estos elementos, entre otros, son fundamentales para llevar una empresa a buen puerto.

La motivación para emprender también es importante y esta tiene que estar relacionada con una visión transformadora, a través de la satisfacción de necesidades y solución de problemas sociales y de mercado. Aquellos proyectos de inversión que son desarrollados solo bajo la visión de obtener lucro por lo general fracasan.

Los costos laborales y asociados a las obligaciones legales en Venezuela son otro punto a tomar en cuenta, solo en el pago de nómina puede ocuparse entre un 60 o 70% del ingreso de una pequeña o mediana empresa, esto sumado a las cargas impositivas definitivamente atenta contra la salud financiera de cualquier emprendimiento.

Un punto adicional es la inexistencia de un marco legal claro que asegure el respeto a los derechos de propiedad, lo que definitivamente incrementa la incertidumbre de los emprendedores y es una de las causas principales de la baja tasa de personas que están dispuestas a invertir sus ahorros en un negocio propio, la cual alcanzó el 3,3%.

Dado este panorama qué podemos hacer para incentivar y apoyar al emprendimiento y la creación de nuevas empresas. Inicialmente debemos entender la importancia que tiene el emprendimiento en el crecimiento y desarrollo económico y más en estos momentos de crisis mundial. A través del emprendimiento se genera innovación y cambio tecnológico uno de los ingredientes necesarios para poder crecer, además de esto se crean nuevos bienes y servicios que abastecen los mercados y nuevos puestos de trabajo.

A pesar de que la economía venezolana ha crecido en los últimos años y que la tasa de desempleo fue del 6% en el año 2012, aún quedan varios temas pendientes que podrían ser resueltos a través de políticas que incentiven el emprendimiento y la creación de nuevas empresas. Por ejemplo las altas tasas de empleo informal en el orden del 42% y la tasa de inactividad, alrededor de 7 millones y medio de venezolanos en edad de trabajar están, por distintas razones, sin realizar actividades productivas.

Otro tema pendiente es la superación de la dependencia petrolera como motor del crecimiento económico, aunque es muy difícil cambiar el modelo de explotación y renta de un día para otro, la creación de empresas nuevas permitiría diversificar nuestra economía en el mediano y largo plazo, abastecer el mercado interno y competir con productos y servicios en los mercados internacionales.

Aunque desde el sector privado y las universidades se están haciendo esfuerzos para promover el emprendimiento, con programas de capacitación, apoyo y difusión de la actividad emprendedora, esto debería formar parte de una política de Estado que articule estos esfuerzos con medidas como una reforma de la estructura burocrática que facilite el registro de nuevas empresas, reduciendo el número de trámites y días, como un ejemplo extremo podemos mencionar el caso de Nueva Zelanda en donde registrar una nueva empresa ocupa solo un día y se hace a través de un trámite administrativo.

También puede incentivarse la creación de parques industriales a través de medidas impositivas favorables, políticas de financiamiento y protecciones temporales, para aquellos empresarios que decidan abrir sus negocios en estas áreas. Esto además de generar economías de escala y aprendizaje, crea una gran gama de servicios asociados a la actividad productiva principal, que se traducen en nuevos empleos y en una mejor calidad de vida para las poblaciones cercanas.

Por último debe existir un marco regulatorio claro que respete los derechos de propiedad e incentive la inversión privada. Estas son solo algunas de las ideas compartidas en este foro, seguramente habrá muchas otras que permitan hacer del emprendimiento un motor de desarrollo y crecimiento económico, aprovechando la inclinación de los venezolanos a aventurarse por los caminos que llevan a ser empresario.


Fuentes Consultadas:

Instituto Nacional de Estadísticas INE. 

Estadísticas del Fondo Monetario Internacional. 

Global Report 2012, Monitor Global de Emprendimiento 

Doing Business 2013, Smarter Regulation for Small and Medium Size Enterprises, World Bank. 


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