lunes, 4 de mayo de 2015

Las 4 razones por las que el apoyo al emprendimiento tiene que ser una política de Estado


El tema del emprendimiento es considerado por algunos como una moda, cada vez que el país o el mundo enfrenta una crisis de carácter económico se habla del papel del emprendedor y se incentiva a través de los medios de comunicación, foros, redes sociales, blogs  y otros, a las personas para que se atrevan a aventurarse en todo lo que implica crear y gestionar su propio negocio.

Sin embargo, el emprendimiento es una pieza clave en el crecimiento y desarrollo económico y social de las naciones, existiendo razones para que el Estado regule, generando políticas para incentivarlo y fortalecerlo. Entre estas podemos nombrar cuatro que en mi opinión son fundamentales:

El emprendimiento es una fuente de innovación y cambio tecnológico, es a través de la creación de nuevas empresas que se generan procesos innovadores que van sustituyendo a las viejas maneras de hacer las cosas. El crecimiento económico está apalancado, entre otras variables, en la tecnología y en los cambios que esta va experimentando a lo largo del tiempo. Para dinamizar e incrementar la generación de riqueza debemos definitivamente incentivar el cambio tecnológico y por ende al emprendimiento, como ejemplo de esto podemos revisar el caso Hindú.

Los emprendedores generan empleo. La creación de nuevas empresas y puestos de trabajo ayuda a las economías a enfrentar el desempleo, el cual se ha convertido en uno de los mayores problemas de los países industrializados como consecuencia de la crisis económica mundial. En el caso de Venezuela que culminó el año 2012 con una tasa de ocupación de 94%, la creación de nuevas plazas de trabajo ayuda a combatir el desempleo oculto representado por la inactividad en la que se encuentran alrededor de 7 millones de venezolanos en edad productiva y la informalidad que está en el orden del 41,97% del empleo.

El emprendimiento genera una mayor variedad de productos para el mercado. La creación de nuevos bienes y servicios mejora la calidad de vida de los consumidores, quienes tendrán un mayor número de alternativas para elegir, por otra parte la entrada en los mercados de nuevas empresas fomenta la competencia y un nivel más bajo de precios.

Cuando el emprendimiento es de carácter social incentiva la organización y participación ciudadana. La metodología utilizada para desarrollar bienes y servicios sociales permite la creación de capital social, redes de confianza que facilitan la acción colectiva y una mejor asignación de los recursos dentro de la sociedad, permitiendo que esta sea más equitativa y justa.

Al menos por estas cuatro razones el apoyo al emprendimiento debería convertirse en una política de Estado. 

Artículo publicado en @Proemprender, 2013. 

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