Llevar adelante una empresa y hacerlo exitosamente es el resultado de un ejercicio de ensayo y error. No basta que nos enfoquemos en la calidad y pertinencia del bien o servicio que vamos a ofrecer, sino, que entre otras cosas debemos establecer y poner en práctica mecanismos que nos permitan relacionarnos con nuestro equipo de trabajo, colaboradores y clientes, generando nexos basados en la confianza y en la posibilidad de que todos nos beneficiemos.
En este sentido, todo
emprendedor debe desarrollar un conjunto de habilidades profesionales y
personales que le permitan convertirse y comportarse como un líder y gerente genuino
de su proyecto, a continuación comparto algunos tips que en mi experiencia
podrían ayudar para este fin:
Establezcamos funciones y objetivos claros para el equipo
de trabajo
Desarrollando
manuales que describan las funciones de cada uno de nuestros trabajadores,
discutiendo con ellos un plan de metas y apoyándonos en herramientas de
planificación que nos permitan controlar la gestión de la organización, podemos mantener
al equipo motivado y enfocado en el logro de resultados. Contando con un plan
participativo bien estructurado, estaremos en la capacidad de establecer
compromisos y facilitar los procesos de rendición de cuentas, evitando asumir
el papel del JEFE que hostiga a sus empleados y que estos pierdan, en
determinado momento, el rumbo, desmotivándose y siendo menos productivos.
Cumplamos cabalmente con los compromisos que adquirimos
con nuestros proveedores
La relación que
establezcamos con todos nuestros colaboradores debe ser transparente y
fundamentada en el ganar – ganar,
evitemos incumplir los acuerdos que hemos alcanzado así estos no hayan sido
establecidos a través de un contrato formal, recordemos que nuestra credibilidad en el negocio es uno de nuestros
activos más importantes.
No sobre estimemos nuestras capacidades
Nunca ofrezcamos a
un cliente un producto o servicio que no estamos en la capacidad material de entregar.
En muchos casos solo pensamos en ganarnos la cuenta o realizar la venta y no en
si contamos con los recursos para satisfacer los requerimientos con la calidad,
el costo y en el tiempo esperado. Evitar el incumplimiento es vital para
nuestra sobrevivencia en el mercado, el
mejor marketing que podemos tener es el de un cliente satisfecho.
Artículo publicado en @Proemprender, 2013.