El uso de herramientas para la gestión de proyectos le permite a los emprendedores acercarse al éxito, minimizando los riesgos propios de este tipo de iniciativas.
Todo emprendedor le da vida a su idea de negocio a través del desarrollo
de un proyecto, el cual es una actividad inédita rodeada de un alto grado de
incertidumbre. Por esta razón es necesario que llevemos un seguimiento y
control exhaustivos de ciertas variables para así garantizar el éxito de
nuestro emprendimiento.
La literatura especializada en la gerencia de proyectos hace especial
énfasis en tres variables fundamentales las cuales debemos monitorear
continuamente, estas son el tiempo, el costo y la calidad del bien y/o servicio
que vamos a producir y ofrecer al mercado.
Cuando hacemos referencia al tiempo debemos tener en cuenta que nuestro
proyecto debe caracterizarse, como todos estos esfuerzos, por tener una fecha
de inicio y de finalización representadas en un cronograma de actividades.
Cumplir con este calendario vigilando que las actividades se lleven a cabo en
el tiempo que se ha planificado para tal fin, nos permite garantizar la
pertinencia de nuestro producto o su introducción en el mercado “a tiempo” para
cubrir las necesidades que le dieron origen y aprovechar la ventana de
oportunidad que se ha abierto ante nosotros para llevar la delantera ante posibles
competidores.
Un retraso en el cronograma, además de afectar nuestra posición en el
mercado, puede tener impactos negativos en los costos del proyecto, alterando
nuestro presupuesto. La estimación, ajustada a la realidad, y el control de los
costos de nuestra iniciativa es fundamental para garantizar que contaremos con
los recursos necesarios para materializar nuestra idea de negocio y garantizar
su rentabilidad.
Por último debemos tener especial cuidado con que las características
del bien o servicio que vamos a desarrollar se ajusten a lo que hemos
planificado, en base a la atención de la necesidad diagnosticada. El controlar
la calidad aumenta la probabilidad de que nuestro producto sea bien recibido
por el mercado, al interpretar las preferencias de los consumidores.
Artículo publicado en @Proemprender, 2013.
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